Después del estrés y el agobio producido por el estudio y los exámenes de enero y febrero, os recomiendo, a todos los que leaís esto que si quereís relajaros y pasar un fin de semana con vuestros amigos, que hagaís un viaje a una casa rural.
Las casas rurales hace ya un par de años que son muy concurridas para jóvenes y familias para pasar unos diás tranquilos viviendo en un entorno natural, y por supuesto alejado de la ciudad.
Aquí os dejo un enlace en el que podreis ver casas rurales de La rioja, ya que es de allí de donde yo soy. http://www.ascarioja.es/casas_directorio.php.
Un saludo y animaros ha hacer ese viaje a una casa rutal.
Ana Rubio
jueves, 11 de enero de 2007
Consumo en las rebajas
El lunes, 8 de enero, comenzó la vuelta a la normalidad para todos los estudiantes, vueltas a las clases, al estudio...
Yo cuando llegué a Zaragoza sentí como se me caía el mundo encima, no me hacía a la idea que tenía que ponerme a estudiar intensamente después de dos semanas en casa de vacaciones.
Con todo esto empecé a agobiarme, así que decidí irme a las rebajas, que mejor forma de desconectar un poco de los estudio que pasando una tarde de compras con precios hasta el 50% ¡que locura!
Pero, cuál fue mi sorpresa al llegar al centro, toda la gente estaba igual que yo, de compras. La primera tienda en la que entré estaba hasta los topes, la ropa era difícil de encontrar por los montones acumulados de ropa movida por la gente, en el probador había una cola inmensa, y para pagar, más de lo mismo, así que no tardé en salir de la tienda, pero claro todos los comercios estaban por el estilo al primero. La gente desesperada mirando la ropa de los montones, muchos cogían ropa y se la probaban sólo por comprar algo.
Que será lo que tienen las rebajas, que la gran mayoría de las personas necesitamos ir a ellas y por supuesto, no salir de la tienda igual que como hemos entrado.
¡Dejemos de hacer un consumo innecesario!, jejeje.
Un saludo, Ana Rubio
Yo cuando llegué a Zaragoza sentí como se me caía el mundo encima, no me hacía a la idea que tenía que ponerme a estudiar intensamente después de dos semanas en casa de vacaciones.
Con todo esto empecé a agobiarme, así que decidí irme a las rebajas, que mejor forma de desconectar un poco de los estudio que pasando una tarde de compras con precios hasta el 50% ¡que locura!
Pero, cuál fue mi sorpresa al llegar al centro, toda la gente estaba igual que yo, de compras. La primera tienda en la que entré estaba hasta los topes, la ropa era difícil de encontrar por los montones acumulados de ropa movida por la gente, en el probador había una cola inmensa, y para pagar, más de lo mismo, así que no tardé en salir de la tienda, pero claro todos los comercios estaban por el estilo al primero. La gente desesperada mirando la ropa de los montones, muchos cogían ropa y se la probaban sólo por comprar algo.
Que será lo que tienen las rebajas, que la gran mayoría de las personas necesitamos ir a ellas y por supuesto, no salir de la tienda igual que como hemos entrado.
¡Dejemos de hacer un consumo innecesario!, jejeje.
Un saludo, Ana Rubio
sábado, 6 de enero de 2007
La piscina sin congelarse

En cualquier caso, mientras la piscina no se congele, me temo que no se abrirán al 100% las pistas.
Miguel Romanos
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